Gran Hermano y su "innovadora" forma de votación: un ejemplo de cómo NO usar las redes sociales

Gran Hermano y su innovadora forma de votación.

(LAURA ALFONSO) Esta semana me quedé intrigada cuando escuché en televisión que la cadena de Telecinco había habilitado nuevas formas de votación para la expulsión de los nominados en su programa Gran Hermano. Concretamente decían que la votación podía realizarse de la forma habitual (teléfono) o también a través de la página web de Telecinco o desde la fanpage de esta cadena en facebook.

Me fui directamente a consultar la web y la cuenta de facebook para conocer estás INNOVADORAS formas de votación (la palabra «innovadora» fue dicha por la propia cadena) a la vez que pensaba lo interesante que podría resultar para Telecinco disponer de una plataforma multicanal para la votación en un programa que tiene gran audiencia ya que podría permitirle llegar a muchos más espectadores que descartan llamar a un número de teléfono de semejante coste pero que sí estarían dispuestos a votar si les ofrecen otras alternativas. Sin duda se abrían nuevas vías para lograr un CRM social donde poder conocer a los espectadores del programa, sus opiniones, votaciones, segmentarlos en base a criterios demográficos, geográficos, cultural, …, y en función de ello adaptar los contenidos del programa para garantizar los niveles de audiencia deseados.

Cual fue mi sorpresa cuando me encuentro que las «innovadoras» formas de votación consisten en una serie de instrucciones que te indican cómo hacer uso del teléfono móvil para proceder al voto. Es decir, se usan las redes sociales para indicarte que actúes de la forma tradicional. ¡Qué oportunidad tan desaprovechada! ¿no compensaría renunciar a parte de los ingresos directos derivados de las llamadas para lograr de forma indirecta beneficios derivados de mejores niveles de audiencia, asegurar una mayor publicidad de sus anunciantes por tener una mejor segmentación de su público y conseguir tener una imagen de cadena más innovadora?

Todo esto me recuerda la frecuencia con la que las marcas y organizaciones se lanzan a abrir cuentas y perfiles en las redes sociales sin tener una estrategia sólida y sostenible en el tiempo así como unos objetivos claros de lo que quieren conseguir. Quizá su presencia acelerada en las redes sociales viene motivada por el entusiasmo general que se está desarrollando en este ámbito o por la presión que supone la asimilación temprana de estas prácticas por parte de la competencia. Esta situación a la que hago referencia viene expuesta de forma muy clara en el siguiente gráfico que encontré en el blog de César Zamorano

Cuando una empresa decide unirse a la conversación en la Red, debe ir más allá del mero uso de las herramientas tácticas. Es necesario pues, diseñar una estrategia coherente, en función de los principios y objetivos de negocio de la organización, determinar los objetivos a alcanzar: ¿qué buscamos conseguir?: branding? engagement? awareness? gestionar reputación? promocionar? ¿Cómo y cuándo lo conseguiremos?: en el mediano plazo? a largo plazo? y por último debemos determinar qué canales/herramientas sociales son las que mejor contribuirán a cumplir nuestras “expectativas sociales”. Sólo así seremos capaces de dar sentido a nuestra inclusión en el entorno digital. El gráfico del icerberg social resume de forma gráfica este punto.

¿cuál será el iceberg social de Telecinco? Porque la punta del mismo no me dice mucho.