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SENTIDO COMUN

El Community Manager de «Adolfo Domínguez» no tiene sentido del humor; El Mundo Today, sí

¿Tiene realmente Adolfo Domínguez un Community Manager, o utiliza las redes sociales como mero altavoz, informando unidireccionalmente? ¿quién gestiona sus redes: un becario, o un abogado de su departamento jurídico?

Ante una broma, y más si tiene cierta gracia, lo mejor que uno puede hacer es seguirla y tomárselo con sentido del humor. Esta norma no solo es aplicable en redes sociales, sino en la vida normal, y es tan antigua como el ser humano. Recuerdo aquella frase del genial Gila que decía «Si no sabe usted aguantar una broma, váyase del pueblo».

En esta ocasión, se ha producido un incidente que no ha llegado a convertirse en crisis, pero que, por una parte, revela la falta de sentido del humor de la marca «Adolfo Domínguez», y por otro lado, su falta de atención hacia lo que de ellos se habla en internet. Porque si grave es lo primero, aún es peor lo segundo.

Resulta que la marca «Adolfo Domínguez» (o algún asesor 2.0 «espabilado») acaba de darse cuenta que el 20-mayo-09 se había publicado en el diario humorístico «El Mundo Today» un artículo titulado «Adolfo Dominguez diseñará el nuevo uniforme del Ku Klux Klan«. Es decir, se trata de una sátira publicada hace dos años y medio.

Absolutamente todos los contenidos de las noticias que se publican en esta web son falsos, inventados, satíricos y en clave de humor. Sin embargo, la empresa del modisto gallego entiende que el texto es de un «contenido altamente racista, aparte de mal gusto, y supone un grave daño a la imagen de nuestra compañía».

Ante este tardío descubrimiento, no se les ocurre otra cosa que arremeter con toda la fuerza de la ley (y de sus abogados) al viejo estilo de «matar moscas a cañonazos». Según recoge el diario Público, la firma de moda Adolfo Domínguez amenazó con demandar a la web humorística El Mundo Today si no retiran en un plazo de 24 horas el citado artículo.

En un correo electrónico remitido a la web satírica dos años y medio después de la publicación del artículo, la marca exigió a la web su eliminación completa y de todos los comentarios de los usuarios sobre el mismo en un plazo de 24 horas. «En caso de no atender el presente requerimiento iniciaremos las acciones legales en defensa de los intereses de nuestra compañía, haciéndoles responsables directos de cuanto está publicado en su página web», concluye el texto remitido por la firma. Además, la marca solicita que no se vuelva a «utilizar nuestro logo, ni pongan en boca de nuestro presidente, D. Adolfo Dominguez, comentario alguno como los que aparecen en su artículo».

En el artículo, firmado por Xavi Puig el 20 de mayo de 2009, se narraba cómo la organización racista había elegido a Adolfo Domínguez para confeccionar sus nuevos trajes, debido a «su amplia trayectoria profesional» y al «hecho de que en España los uniformes de las procesiones de Semana Santa tengan un look que destila parte de la esencia del Ku Klux Klan». El artículo, con datos y testimonios completamente inventados, informaba que el diseñador había declarado que le habían «prohibido jugar con el negro, entre otras cosas». Y también se hace eco de palabras atribuidas a la propia organización xenófoba: «El blanco es lo que nos define, pero se mancha mucho. Y la lejía lo acaba amarilleando. Y pasar de blanco a chino, aunque no es peor que pasar de blanco a negro, sin duda no conviene».

Como se puede comprobar en el enlace, la noticia fue retirada antes de cumplir las 24 horas de margen. Sin embargo, no lo han hecho por considerar que Adolfo Domínguez tenga razón en sus argumentos. «No queremos meternos en fregados, no merece la pena», ha asegurado Xavi Puig. Pero lo que sí tiene claro es que «si fuéramos a juicio sabemos que ganaríamos». Lo que tampoco quiere El Mundo Today es «hacer a Adolfo Domínguez más publicidad de la necesaria».

Curiosamente, existe otra noticia en ese mismo diario, que también hace blanco de sus bromas a Adolfo Domínguez, si bien en esa ocasión era por una nueva fragancia dirigida “a todos los mamíferos que quieran sorprender con un aroma cítrico, salvaje y lleno de energía”. La fragancia, llamada “Groar”, estaría disponible en perfumerías y centros veterinarios y su precio será “asequible dada la economía de los vertebrados”.

A punto ha estado la firma de provocar una crisis de reputación, si hubiera llegado a demandar al diario humorístico, con una alta probabilidad de perder el juicio, generando una excelente campaña de publicidad para El Mundo Today. Algo parecido a lo que le sucedió a la productora Warner Bros. cuando demandó a los Hermanos Marx por el uso de la palabra «Casablanca» en su película «Una noche en Casablanca«.

Cinco años después de que Humphrey Bogart e Ingrid Bergman arrasaran en taquilla con esa película, los Marx rodaron «Una noche en Casablanca»: ese fue motivo suficiente para que los Hermanos Warner los llevasen al Juzgado por «usurpación de título», aunque el argumento no recuerde a la película de Michael Curtiz más que en el título.

Lejos de amilanarse ante el poderío de la industria cinematográfica, Groucho escribió una carta a la productora en la que alegaba -muy en razón- que los Marx ya eran hermanos mucho antes que los Warner, por lo que podrían demandarlos, a su vez. Y no sólo eso. Retaba también a la Warner Brothers a demostrar sus títulos de propiedad sobre la ciudad de Casablanca antes de sugerir, sarcásticamente, que tal vez «el espectador medio aprenderá con el tiempo a distinguir la sutil diferencia que hay entre Ingrid Bergman y Harpo».  Ni que decir tiene que, ante la absurda discusión con Groucho Marx a lo largo de varias cartas a cual más disparatada, Warner Bros. acabó desistiendo de su demanda.

Queda claro que ante un disparate, lo mejor es reaccionar con otro, con ironía y sentido del humor, como bien hizo Groucho Marx. Es una pena que Xavi Puig haya accedido a retirar la «noticia» sobre Adolfo Domínguez, estoy seguro que de la demanda formal se habrían derivado unos momentos memorables en los juzgados, quizás al nivel de los mismísimos Hnos. Marx.